Bien sabemos que elegir un sofá conlleva muchos quebraderos de cabeza. Elegir la forma, la disposición, el color y, además, el material. Son muchos los aspectos que tendrás que tener en cuenta, pero merecerá la pena tomarte algo de tiempo hasta dar con el complemento perfecto para tu salón.  

Y es que el material del acabado también es una decisión importante. El tejido que elijamos para nuestro sofá deberá ser acorde a nuestras necesidades y a lo que vamos buscando.

Por ello, a la hora de elegir la tapicería para tu sofá te recomendamos tener presentes  una serie de requisitos y el uso que le vas a dar. Por ejemplo, no tendrá las mismas necesidades un sofá para una pareja, que para una familia numerosa o incluso para aquellas viviendas en las que convivan mascotas.

Del mismo modo que no tendrán las mismas necesidades un sofá para un salón decorativo que no sea centro del día a día del hogar, que para un sofá que suponga el núcleo de convivencia y cuyo uso vaya a ser continuo. 

En este sentido, te recomendamos que tengas en cuenta ciertas características como su capacidad de ser lavado, ya que un sofá es un foco de grandes manchas por su uso cotidiano. También es conveniente analizar si la tela evita las manchas gracias a tecnologías como el tejido Aquaclean.  Del mismo modo, te interesará que dicha tela sea resistente para que perdure durante años y no acabe con desgaste visible e incluso la tela rasgada.  

Una vez analizado todo estos rasgos, el último paso será elegir un aspecto y color que se adapte a tu salón. Elige un tono que combine a la perfección y un acabado que transmita ese mensaje que buscas con tu decoración.

Sabiendo todo esto, vamos a presentarte los tejidos más versátiles que puedes elegir para tapizar tu sofá, teniendo en cuenta todas sus ventajas y/o inconvenientes. 

Sofás de chenilla

Para muchos, la chenilla es el tejido estrella para un sofá. Por ello no es casualidad que sea uno de los más demandados. Formulado a base de algodón, poliéster y acrílicos, esta combinación consigue que su textura sea suave, cálida y agradable al tacto, convirtiendo las superficies tapizadas en un rincón perfecto para el descanso. 

Además, la chenilla nos asegura que el sofá siempre luzca igual. Es decir, es una tela resistente y que difícilmente se arruga. Por todo esto y su buena relación calidad precio, no nos sorprende que sea uno de los acabados más demandados. 

Sofás de loneta

Si buscas un acabado de lo más resistente, la loneta es el tuyo. Fabricada a base de algodón, poliéster o lino, su rigidez y grosor lo definen como una tela perfecta para sofás cama, perfecto para soportar todos los roces de sus colocación. Además, podrás lavarla y plancharla sin grandes esfuerzos. Por lo que esta opción será de tus favoritas si pretendes darle mucho uso a tu nuevo sofá. 

Sofás de terciopelo

Para los amantes de la elegancia, el terciopelo suele ser siempre la opción ganadora. Y es que un sofá de terciopelo es sinónimo de suavidad y confort más que asegurado, sin olvidar ese toque distintivo y elegante que darás a tu salón.

Sin embargo, debes tener en cuenta que no se trata de un material fácil de limpiar, ya que deberás seguir unos cuidados especiales para no estropear su acabado. Por ello, no lo recomendamos si irá destinado a un sofá para una casa con niños o mascotas. 

Sofás de piel

Los sofás de piel también se caracterizan por ser resistentes y duraderos, pero para ello habrá que darle un cuidado especial. Asimismo, sus propiedades impermeables son otro aspecto a tener presente. 

Los sofás de piel sin duda aportan mucha clase y elegancia a un hogar pero otro de sus grandes inconvenientes es su precio, ya que al tratarse de piel natural suelen ser bastante elevados. Por ello, siempre podemos recurrir a materiales sintéticos, que, aunque no conserven las mismas propiedades, serán más económicos y resistentes en cierto grado. 

Sofás de Aquaclean

Por último, no podía faltar una de las telas que está revolucionando los tejidos para sofá. La tecnología Aquaclean se encuentra entre las más deseadas para tapizar un sofá por sus grandes ventajas: son muy resistentes, permiten jugar con diferentes estampados y colores y son perfectas para casas en las que conviven familias y mascotas.

Hablamos de un tratamiento que recubre cada fibra del sofá con una capa molecular invisible que actúa como barrera a la suciedad para que esta no penetre en el tejido. De este modo, podrás convivir con la tranquilidad de que ciertas manchas como el vino, tinta, salsas, grasas o chocolates no van a traspasar las fibras de tu sofá, simplemente basta con limpiar con un trapo húmedo al momento de la mancha y listo.

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