Seguro que ya conoces los beneficios de un buen descanso. No está de más recordar que es importantísimo para nuestra salud y para rendir correctamente en nuestro día a día.
Además de tener unos buenos hábitos de sueño, el entorno en el que descansas también es importante. Por ejemplo, que la habitación tenga una temperatura correcta -ni muy alta ni muy baja-, que tu colchón esté en buenas condiciones y disponer de una buena almohada, son algunos de los detalles básicos para favorecer un descanso reparador.
Muchas veces la almohada suele ser la gran olvidada a la hora de poner en valor nuestro descanso. Sin embargo, es un elemento más que importante, ya que nos permite respirar correctamente durante la noche, mantener la curvatura natural de nuestro cuello y aliviar presiones cervicales y mandibulares.
En este post analizamos los distintos tipos de almohadas y sus características para que puedas elegir aquella que mejor va contigo y con tus necesidades.
Almohadas viscoelásticas
Las almohadas viscoelásticas son una de las opciones preferidas por todos. La principal ventaja de esta almohada es que se adapta a nuestro cuello, evitando posibles presiones y dolores cervicales.
Además, su tejido transpirable, hipoalergénico y elástico facilita los movimientos nocturnos, proporcionando un buen descanso.
Si eres una persona que sufre dolores de espalda o tensión en las cervicales, este modelo es el más indicado para ti. No obstante, tendrás que prestar atención a tu postura habitual de dormir para elegir la opción adecuada. Si sueles dormir de lado te recomendamos una almohada de altura media-alta; si duermes boca abajo mejor una almohada baja y si eres de dormir boca arriba, opta por una altura media.
Almohadas de plumas
Blandas, suaves y con una sensación más que agradable. Hablamos de las almohadas de plumas. Dicen que este tipo de almohadas es el preferido para los usuarios más exigentes.
Sin embargo, el principal problema que presentan es su precio elevado y algunos mitos que vamos a desmentir.
Hay quienes dicen que las almohadas de plumas causan alergia, aludiendo a las plumas o plumón. Pero realmente lo que causa alergia es la acumulación de polvo. Para evitarlo deberás airearlas una vez al mes para que se oxigenen y recuperen su forma natural.
No obstante, debes tener en cuenta que son muy moldeables y por tanto, van perdiendo su forma con el uso, ya que la pluma pierde cuerpo y el aire de dentro va desapareciendo. Es por ello que esta variedad de almohadas es recomendable si sueles dormir boca abajo. En caso contrario te recomendamos buscar otra solución.
Almohadas de látex
Es el turno de hablar sobre las almohadas de látex. Si acostumbras a dormir de lado, esta es una de las mejores opciones para ti dadas sus condiciones de firmeza. Además, el núcleo de látex hace que se adapte perfectamente a tu cuello.
Una de las grandes ventajas de este modelo de almohadas es que son muy resistentes al paso del tiempo porque mantienen su forma casi como el primer día. También te interesará saber que este modelo te da libertad total de movimiento y que no irradian demasiado calor al dormir sobre ellas.
Almohadas de fibras o materiales sintéticos
Las almohadas de relleno sintético tienen una principal ventaja respecto al resto que hemos mencionado anteriormente, y es que dadas las características de su material pueden lavarse en la lavadora. Asimismo, su precio es bastante económico, otra característica a tener en cuenta.
Destacan por ser ligeras, muy suaves al tacto y de firmeza variable, aunque principalmente blandas. Además, sus materiales son transpirables y frescos, siendo una opción muy higiénica y con riesgo bajo de proliferar alergias.
Sin embargo, su forma y materiales no son muy adaptables, por lo que no son la opción más recomendable si sufres de dolores de cabeza o de espalda.
Ahora que conoces las ventajas y características de cada material, ya puedes elegir el tipo de almohada que va más contigo para conseguir ese sueño reparador. ¡Y a descansar!