El dormitorio es uno de los espacios más importantes del hogar. Es el gran lugar del descanso, y el sitio al que acudimos tanto para relajarnos como para buscar la tranquilidad. Leer un buen libro, ver películas, series o nuestros programas favoritos… o simplemente dormir es una de las muchas posibilidades que nos ofrecen estas cuatro paredes, sin embargo, los dormitorios han dado un paso más allá en los últimos tiempos.

Cada vez es más frecuente ampliar esta habitación, darle un toque de vida y hacerlo a través de la moda siempre es una buena opción. Si eres amante del orden, la amplitud y la ropa es una de tus grandes pasiones, el vestidor puede aportarte grandes ventajas.

3, 2, 1… Manos a la obra

En primer lugar, comenzaremos pensando la ubicación de nuestro vestidor. Es importante tenerlo cerca, tanto en una habitación que conecte con nuestro dormitorio, como en el mismo espacio separado por alguna puerta corredera que otorgue una mayor amplitud.

Una vez tengamos la ubicación perfecta que se adapte a nuestras necesidades, tendremos que conocer las medidas y hacernos ciertas preguntas: ¿de qué espacio dispongo? ¿cómo quiero que sea mi vestidor? ¿estanterías o muebles?

Sea como sea, te recomendamos que diseñes distintos módulos. Así, puedes contar con cajones o en su lugar, bandejas para almacenar ropa según gustos, colores o simplemente para ahorrar espacio. De lo contrario, otra opción serán armarios cerrados o incluso con puertas abiertas que decorar con perchas, cajones y estanterías; así como percheros o los conocidos ‘burros’ con ruedas.

Tonos neutros o… festival de color

Como ya hemos apuntado anteriormente, tu vestidor se adaptará a tus gustos, a lo que desees y también a lo que necesites. Lo mismo pasará con los tonos por los que apuestes.

Generalmente, las opciones más convencionales y cómodas son los blancos debido a que dan una sensación de mayor espacio y también limpieza del entorno. Sin embargo, en función de la decoración de tu propio hogar, tienes la oportunidad de hacer un vestidor con tonos negros o darle mucho más toques de color, especialmente con los pasteles que tanto se llevan (amarillo, rosa, verde, celeste…).

Junto a ello, los acabados serán importantes. Tanto las puertas, como los acabados en madera, en dorado, en plata o en un material que realmente combine; además de los pomos y tiradores que otorguen exclusividad a dicho espacio.

Los espejos son fundamentales

En tu vestidor no podrán faltar los espejos, imprescindibles para darle forma a tus creaciones y para observar tu apariencia. Lo ideal es contar con espejos apoyados en la pared o incluso combinar tamaños y contar con uno XXL. Si lo deseas, otra opción es aprovechar los armarios y convertir sus puertas en amplios espejos para ahorrar espacio.

Además, tampoco puede faltar un espejo redondo o con una forma que te guste, que encajaría perfectamente en un tocador. Precisamente de ello te hablamos en el siguiente consejo…

El tocador, un lugar para dar rienda suelta a la creatividad

El vestidor no sólo es un lugar donde almacenar ropa y crear todo tipo de combinaciones. Si te gusta el cuidado de la piel, el maquillaje o simplemente darte algún tipo de mimo, puedes contar con un espacio para el tocador.

Una de las mejores opciones es una mesa con cajones, como si de un escritorio se tratase. Así, podrás organizarlos según quieras y conforme lo necesites. Además, es necesario buscar una silla cómoda, preferiblemente con respaldo y de algún tono neutro para no cargar en exceso el ambiente. Por último, si dispones de un espejo sobre la mesa, nada mejor como decorarlo con velas o algún tipo de planta pequeña.

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