La llegada del verano y de las altas temperaturas hace que, en ocasiones, nos sintamos más fatigados de lo habitual. Durante estos días en los que el calor es uno de los grandes protagonistas, deseamos descansar de la mejor forma y uno de nuestros mejores aliados es el sofá. Para una siesta, para tumbarnos un breve rato e incluso para leer, ver series o películas, este elemento se ha convertido -desde su origen- en uno de los muebles imprescindibles para nuestro hogar.
Si bien es cierto que nos encanta, también es una realidad que, dependiendo del sofá, en verano se vuelve un lugar poco cómodo debido a que nos aporta algo más de calor que lo habitual. Por ello, en el post de hoy, te ofrecemos algunos tips para que lo disfrutes y sea un espacio fresquito siempre.
Elige el material del sofá para no pasar calor en verano
Como ya sabes, antes de optar por un sofá, es recomendable que valores todos sus aspectos. No sólo la forma, el color o el diseño son cuestiones importantes, sino que también la tela y el material entran en juego para esta elección.
Una buena opción es el lino y el algodón, dos de los materiales más conocidos. Al entrar en contacto con el sofá, aportan suavidad y frescor, por lo que no sentirás sensación de calor pese a las altas temperaturas.
Por otro lado, los expertos también recomiendan sofás de piel natural ya que aunque puedan dar la sensación de ser calurosos, todo lo contrario ya que cuentan con un efecto termorregulador que irá genial tanto en verano como en el invierno. De igual forma, si lo prefieres, combina la piel natural como el polipiel siempre que el primer material se encuentre en los respaldos para beneficiarte.
En cuanto a los materiales que más calor aportan, tenemos el terciopelo y la lana, así como los cojines rellenos de plumas, por lo que en verano apuesta por resvestir el sofá si cuentas con algunos de este estilo.
Reviste el sofá en verano
Una de las soluciones más rápidas es la de revestir nuestro sofá en verano, de tal forma que apostemos por telas para aislar este calor. En concreto, puedes hacerlo con algunas transpirables y que aporten algo de frescor.
Como consejo, apuesta por telas como los fulares con las que podrás vestir no sólo el sofá, sino el resto de sillones. Además, en caso de que esté algo deteriorado, esta será una buena idea para renovarlo de manera económica hasta que decidas apostar por uno nuevo.
Por otro lado, hay una gran selección de fundas de sofá o los conocidos salvasofás para protegerlo de los agentes externos -manchas, por ejemplo- y que lo mantendrán como nuevo.
Fundas para tu sofá en verano
Como hemos indicado anteriormente, compras fundas es importante, tanto si tu sofá es nuevo como si está más desgastado. En verano, es normal que se manchen, por lo que está es una buena idea para que no se deterioren.
En este sentido, te recomendamos que tengas al menos dos de tal forma que puedas lavarlas y cambiarlas con bastante frecuencia. Asimismo, asegúrate de que tienen un buen tejido para que no pierdan el color y su apariencia no sea la deseada.
En cuanto a los tejidos, los transpirables son los mejores para los sofás, por lo que evita el plástico u otros materiales que se adhieran al contacto con la piel.